Calloni: “… La concentración de medios de comunicación en grandes grupos de poder, sin control y sin fronteras, ha convertido a la libertad de informar en libertad de empresas para manejar la información como un comercio, y en defensa del poder violando el derecho de los pueblos a la verdad. Y hay un periodismo que resiste mediante redes, agencias informativas, periódicos, radios, cine, buscando todos los intersticios por donde introducir la luz en las catacumbas del poder… ”

Alamilla: “… Los globalizadores, dueños de las corporaciones, determinan en qué consiste la libertad de prensa, y quienes son los que pueden gozar de ella. Se apropian de las ‘agendas’ periodísticas y las imponen a sus receptores. Es esa voz única la que a través de los consorcios que monopolizan los medios manda y decide. Los derechos a la expresión, a informar y a estar informado en Guatemala son de pequeñas élites que los concentran para si como productos selectos solo para sus escogidos. Ninguno de los sectores sociales organizados en Guatemala tiene posibilidad de contar con un medio para plasmar sus puntos de vista y difundir temas de su interés…”

Cabieses: “… Evidentemente no podemos reducir la integración, solo al marco de las comunicaciones, que es nuestro oficio, nuestro quehacer, sino que tenemos que verla en el marco más global, más general, el de los intereses sociales, culturales y económico de nuestros pueblos. Yo creo que la geografía por así llamarla del proceso de integración y globalización esta mas que hecha, digamos esta mas que clara. Los antecedentes, las cifras, las situaciones y las ubicaciones nos llevan inevitablemente a nosotros, los latinoamericanos a asumir la responsabilidad de rescatar la idea original del proceso de integración, en tanto unidad de los pueblos de América Latina sobre la base que soñaron nuestros libertadores, y por la cual dieron la vida grandes revolucionarios de nuestro continente…”
