Contribuir a reducir la estigmatización asociada a la depresión, una enfermedad que afecta a personas de todas las edades y clases sociales, e informar cómo puede prevenirse y tratarse este mal es el eje central de la campaña para el Día Mundial de la Salud 2017, que se conmemora este 7 de abril.
La fecha, que remite a la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), permite este año hablar acerca de la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo.
Según las últimas estimaciones de la OMS, “más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015”, y la falta de apoyo a quienes la padecen, junto a al miedo al estigma que produce, impiden que muchos enfermos accedan al tratamiento necesario para tratar de llevar adelante una vida saludable y productiva.
Una problemática que acecha en todos los rincones del mundo, la depresión provoca angustia mental y afecta a la capacidad de las personas para realizar hasta las tareas cotidianas más simples.
Incluso, puede influir seriamente en las relaciones afectivas de quienes la padecen, hasta llegar al punto de dificultarle la capacidad de desarrollarse profesional y laboralmente. De hecho, en los casos más trágicos, la depresión puede provocar el suicidio, que en la actualidad es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años de edad.
Según la OMS, el objetivo general de la campaña, que empezó el 10 de octubre de 2016 (Día Mundial de la Salud Mental), “es que un número cada vez mayor de personas con depresión, en todos los países, pida y obtenga ayuda”.
Para ello, resulta necesario identificar la problemática, por lo que la Organización definió a la depresión como “una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas”.
Algunos de los síntomas que se manifiestan en una persona depresiva son: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.
Lo OMS advirtió que la estigmatización de las enfermedades mentales, entre las que se encuentra la depresión, es uno de los principales obstáculos para que los enfermos pidan ayuda. Por ello, recomienda hablar sobre el tema, ya sea con un profesional, un amigo o un familiar, o también en el ámbito público -como pueden ser los medios de comunicación- a fin de contribuir a eliminar la estigmatización acerca del tema.