P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
-Por
un lado fue muy movilizador y triste, en lo que respecta a la vida familiar, perdí
a mi hermana por una enfermedad preexistente. En lo individual, estuve cómoda
en mi departamento y pude manejarme bien con mi vida diaria.
Aproveche herramientas como el delivery y los jóvenes que mandaba el municipio
para las compras. Usé mucho internet para comunicarme con mis seres queridos,
incluso por esa vía, mis sobrinos me ayudaron a recopilar mis escritos para
editar y publicar mi libro “Cartas a mi memoria”.
Así que utilicé la pandemia para la parte creativa, trabajando en casa. Busqué
maneras de entretenerme y aprender a usar las vías de comunicación virtual con
mis sobrinos e hijos que se encuentran viviendo en Chile.
Así mismo, tengo mucho pesar por mí país y lo que sucede en el mundo, un mundo
que no quiero. Siempre tuve el sueño de la patria soberana, libre y justa. Hoy me
encuentro con que me está gobernando una camiseta desteñida, usurpada y mala. La
pandemia me vino bien para encerrarme y que no me duela tanto el afuera.
-¿Qué opinión te merece la falta de
respuesta ante nuestro reclamo con respecto al Predio de la UTPBA en Moreno?
– Con respecto a ese hermoso Predio en el que disfruté tanto
los últimos años, para mí hay que detectar cual es la organización que nos
invadió nuestro lugar, y denunciarlo públicamente con movilización, ya que el
camino legal está allanado sin respuesta.
Sin provocaciones, manejarnos hacia la justicia y hacia quien está usurpando.
Felicito la iniciativa de visibilización y denuncia, de convocarnos a todos. En
el momento de disfrutarlo, muchos compañeros lo hicimos, ahora nos toca pelear
y defenderlo.