Por Revista Furias.- Olympe de Gouges nació en Francia un 7 de mayo de 1748. Fue escritora, dramaturga, panfletista y política. Entre sus reivindicaciones se encuentran la igualdad entre varones y mujeres en la vida pública y privada, derecho al voto, acceso al trabajo público, derecho a la educación, acceso a la vida política, el reconocimiento de hijos e hijas extramatrimoniales, entre otros aspectos que sitúan su obra dentro del espectro feminista.
Olimpe fue testigo y partícipe de la Revolución Francesa. A su vez, era consciente que las mujeres estaban excluidas de la declaración universal y de la igualdad, que carecían de derechos civiles y de ciudadanía que la misma revolución proclamó. En septiembre de 1791 escribió la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”, texto que responde a la “Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano” de 1789. Esto, sumado a sus escritos políticos y sus actividades a favor de la abolición de la esclavitud, le valió la guillotina en 1793.
Los principales artículos de su Declaración se expresan interpelando a la tan citada declaración nacida de la Revolución Francesa: “La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales solo pueden estar fundadas en la utilidad común.”, “El objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles de la Mujer y del Hombre; estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión”, “todas las ciudadanas y todos los ciudadanos, por ser iguales a sus ojos, deben ser igualmente admisibles a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades y sin más distinción que la de sus virtudes y sus talentos.”
Es así como una de las declaraciones más aclamadas lleva en su seno la exclusión e invisibilización de las mujeres, y fue Olympe la encargada de mostrar tan sencillamente esta falencia en su nacimiento. Habría que esperar muchos años más para ver algunas de las máximas de Olympe hechas realidad, como el derecho al voto y el divorcio.
A pesar que la revolución canceló todo signo a favor de las reivindicaciones de las mujeres, la perseverancia de mujeres como Olympe significó un paso decisivo en la gestación de los movimientos feministas; fue entender que había que llevar las luchas de las mujeres del ámbito de lo particular a lo colectivo.
Fuente: www.revistafurias.com