P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
R- La pandemia nos tomó por sorpresa y se transformó en una dificultad, y la vez, en una oportunidad para poder trabajar juntos. Comunicarnos más fluidamente con los que están lejos pero también perdiendo la comunicación cara a cara con los que están más cerca.
En nuestro programa radial, Asuntos Pendientes, que sale por la FM Ayres, fuimos sumando coberturas y emisiones remotas, y nunca se perdió la actividad, pero también fuimos perdiendo la complicidad de mirarnos en off y saber que iba a decir cada uno ante el micrófono con ese improvisar en el aire que tiene la radio. Se perdió también sentir el temblor del sonido de un recital en vivo o cubrir los partidos en la cancha y escuchar el tumulto de la hinchada.
Tuvimos que mejorar o comenzar a utilizar de forma más real medios que nos permitan intercambiar mensajes, imágenes, notas y poder proponer modificaciones a las mismas, siendo que dichas herramientas debían ser accesibles para todos los miembros del equipo. A dos años ya del inicio de esta pandemia, podemos decir que tenemos la dinámica de trabajo medianamente adaptada ya que igualmente todos los días cambia el escenario y debemos re adaptarnos.
P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?
R- Pienso que ante la falta de respuesta de quienes deben encargarse de resolverlo, es muy difícil darle visibilidad al reclamo, y justamente es lo que más se necesita ahora para darle empuje y no dejar tergiversar la situación por parte de quienes quieren sacar provecho de la misma.
Somos todos parte de los medios y pienso la falta de acceso a la justicia sufrida es un ataque a la libertad de expresión de nuestros compañeros.