Fue un brindis, con una reivindicación y un compromiso, jugando con un pasado que tuvo su punto de arranque en febrero de este año y un futuro con certeza excluyente: que no hay forma de resolver el conflicto en 360 TDA sin que los empresarios (Grupo Electroingeniería, Sebastián Ferreyra) paguen los salarios adeudados, garanticen las fuentes de trabajo y resuelvan la situación de los que decidieron aceptar el retiro voluntario.
Hubo asistencia perfecta de los compañeros afectados; presencia, como siempre, de la UTPBA, cuyos dirigentes y militantes escucharon el reconocimiento de los delegados Sergio D’arco y Ricardo Granata, quienes sintetizaron 11 meses de lucha consecuente, en un recorrido sin agachadas y con una estrategia inteligente, frente a una patronal que termina aplicando los mismos métodos que los sectores concentrados de la actividad a los que dijo venir a combatir. Antes del brindis la UTPBA llamó a seguir la pelea con el mismo eje con en el que arrancó, destacó la firmeza de los delegados y el conjunto de los compañeros y recordó su presencia y compromiso desde el inicio del conflicto (incluso anterior a él), contrastándolo con el oportunismo de alguna ave de rapiña menor que sobrevoló la puerta de la calle Gorriti trayendo una solidaridad que no se la cree nadie.