En el 10 aniversario de la Franja y la Ruta, los periodistas del mundo se expresaron en Beijing con la representación de más de 70 países.

En el marco del decimo aniversario de la Franja y la Ruta, iniciativa lanzada por el presidente Xi Jinping en 2013 tuvo lugar el III Foro de las organizaciones de periodistas internacionales del Belt and Road. Con la presencia de algo mas de 70 representantes de América Latina, Asia , África y Europa, en menor grado, Beijing se convirtió en el centro de encuentros cruzado también por la trascendente Cumbre de Presidentes y con la presencia de algo mas de 130 mandatarios y representantes gubernamentales del mundo y más de 1200 periodistas.

En esa oportunidad Xi Jinping sintetizó en 8 puntos las aspiraciones de la ruta marítima, terrestre y digital de la iniciativa y enumeró los principales acuerdos alcanzados en la última década. Por su parte,  el encuentro de medios hizo sus deliberaciones signadas por el aniversario de una acción que remonta al pasado y que en el presente tiene mucho de futuro para los países en vías de desarrollo en el marco de las comunicaciones globales.

Lo cierto es que la Plataforma de Periodistas de organizaciones internacionales del del Belt and Road se ha convertido en la organización más grande mundo después de la II Guerra Mundial y la desaparición de la Organización internacional de Periodistas (OIP), tras la caída del muro de Berlín, en 1989.

El encuentro de los periodistas internacionales hizo su balance, tras dos años y medios de pandemia, supo sortear aunadamente las noticias falsas y las tensiones producidas por la guerra Otan-Ucrania y Rusia, cuya organización la Unión de Periodistas de Rusia fue expulsada casi por unanimidad por la  Federación Internacional de Periodistas (FIP), creada por iniciativa de los EEUU y sus países aliados para romper el bloque unificado y reproducir la división del mundo tras la segunda guerra.

Sin embargo, los periodistas rusos tuvieron su acogida desde el inicio de la Plataforma como actores principales en las relaciones de hermandad y solidaridad con todas las organizaciones del mundo. De hecho han presentado un proyecto junto a Bilorus para desarrollar iniciativas en video bajo el paradigma de la colonización en todos los países del mundo y que ya avanzado muestra algunos logros sobre esta temática.

Las jornadas de los periodistas se desarrollaron en un contexto de tensiones por la guerra entre Gaza e Israel, los 11 periodistas palestinos asesinados en los ataques a Gaza en respuesta al atentado perpetrado por Hamas y tres sectores más aliados no teocráticos y los efectos de la continuidad de la guerra Otan/Ucrania – Rusia.

Mientras, los periodistas de casi el 80 % del mundo establecían lazos de amistad y de cooperación y se sumaban a la inteligencia de crear condiciones para la paz. Siendo uno de los principales desafíos contar la verdad y no solo sobre China.

Insertos también en la franja y la ruta comunicacional y en el marco del aniversario de la iniciativa el encuentro tuvo características especiales que incluyeron visitas y viajes en tren de alta velocidad, el instituto de ferrovías donde se crean y se utiliza inteligencia artificial para el desarrollo de ferrocarriles para China y el resto del mundo, destacándose la vía ferroviaria que une Asia con Europa,  centros turísticos de Beijing y una experiencia virtual inmersiva en el museo del Partido Comunista de China, creado en 2019, donde quienes tuvimos el honor de participar fuimos parte de la gran marcha de Mao, un episodio de la primera etapa de la Guerra civil china que se produjo entre los años 1934 y 1935, que consistió en una retirada de 12.500 kilómetros, desde el sur al norte del país, del Ejército Rojo, las fuerzas armadas del Partido Comunista de China (PCCh), huyendo del Ejército nacionalista al mando de Chiang Kai-shek.

Supuso el reconocimiento del liderazgo de Mao Zedong en el PCCh. Los comunistas habían logrado establecer una zona bajo su control en un área montañosa de la provincia de Jiangxi, en el sur del país, donde establecieron la República Soviética de China. Acosados por las fuerzas de la República, dirigidas por el generalísimo Chiang Kai-shek, el 16 de octubre de 1934 los dirigentes comunistas decidieron emprender la huida hacia el interior, que los llevaría un año después a la provincia norteña de Shaanxi, en una región aún más remota que se encontraba también bajo control comunista.

Durante la Larga Marcha, los comunistas, eventualmente liderados por Mao Zedong y Zhou Enlai, escaparon en círculos hacia el oeste y el norte, recorriendo alrededor de 12 500 kilómetros en 370 días. La dureza del viaje a través de la China interior, que solo completaría alrededor de una décima parte de las tropas que salieron de Jiangxi, haría de este uno de los episodios más significativos y determinantes en la historia del Partido Comunista de China, que sellaría el prestigio personal de los nuevos dirigentes del Partido, con Mao a la cabeza, en las décadas siguientes.

Con ellos, la delegación de periodistas marchamos junto a ellos, cruzando ríos, montañas y nieve .Vimos morir a soldados del ejercito rojo, amaneceres fríos, fuego para calentarse, estallidos de bombas, tiros… estábamos dentro de la historia, sentimientos de tragedia y victoria rodeaban las sucesivas escenas que también estallaban en nuestros cuerpos y a la vez éramos parte del futuro que llevados de la mano de la realidad virtual inmersiva nos abría un nuevo horizonte de esperanza.  

Estábamos en el siglo XXI viendo una china pujante, que se desarrolla y que ofrece su desarrollo al resto del mundo. Vimos la historia también a través de fotos, escritos de Engels y de Marx, registros de la masacre Nipona a 300 mil ciudadanos y ciudanas chinas en NAIJING, fuimos testigos a través de distintos escenarios sobre la evolución de la calidad de vida del pueblo chino, de su esfuerzo, su paciencia, sus logros.

Finalmente, hay que decir que hay mucho más para contar de esta experiencia, y mucho aún por hacer, por aportar. La plataforma internacional de periodistas del Belt and Road, hace apenas 4 años que nació, en 2019, en Beijing y ya su potencia se expresa en la suma constante de miembros y organizaciones que bregan no sólo por un modelo de periodismo de calidad, sino por un mundo más justo, más equitativo, más solidario y más generoso. Una meta difícil, pero inexorable.