Por Sergio Torres (*).- Jesús Quinteros nunca se anduvo con vueltas. No pasó por los micrófonos ni por las cámaras para caer bien ni ser complaciente, ni andaba con eufemismos, tal vez por eso fue un perro verde, como su madre María le decía desde pequeño.
El periodista y escritor murió pocos días atrás en Ubriques, un pequeño pueblo en la sierra de Cádiz, bien al sur de España, no muy lejos de donde había nacido en 1940.
Su estilo periodístico se caracterizó por su modo intimista de narrar y de entrevistar a sus invitados, haciendo largos silencios que descolocaban tanto a sus interlocutores como al público.
Descolló con su programa radial El loco de la colina, emitido entre 1980 y 1986, y con su emisión televisiva de El perro verde, que apenas estuvo al aire en la temporada de 1988 pero bastó para romper los moldes.
A lo largo de su carrera recibió más de 200 galardones, entre ellos el Premio al Periodismo Rey de España.
“¿Por qué hay que adaptarse a la mediocridad, al mal gusto, a la basura, a la mentira, al paro, a la corrupción, a la guerra, al miedo, a la infelicidad permanente?”, se preguntó (nos preguntó) más de una vez, en sus monólogos, sus discursos, sus reflexiones que lo llevaron a ser un fenómeno social y que lo llevaron a trascender España y ser reconocido también en Sudamérica.
(*) Periodista.