El actual presidente de Estados Unidos demostró que es capaz de paralizar, el tiempo que sea necesario, el funcionamiento del Estado si no consigue la suficiente “ayuda humanitaria” para levantar el muro de sus sueños nazzi-fascistas. Este tipo, que cree que el mundo es una estancia y él el patrón, encabeza hoy una coalición internacional dispuesta a saquear las riquezas estratégicas de Venezuela.