28 abril, 2018

Detrás de acuerdos y conciliaciones

Por Secretaría Gremial UTPBA.- Se puede decir, sin temor a exageraciones, que se viven días de radio para los trabajadores de los medios. Con un claro foco de interés en los casos de El Mundo y Rivadavia. Las informaciones y rumores fluyen con intensidad en las redes sociales y no dejan de tener presencia, reducida, en los espacios periodísticos tradicionales. Noticias, interpretaciones y operaciones se combinan, casi siempre, para dejar en un plano oculto, o directamente tergiversar, la forma en que los principales afectados por la situación, los trabajadores de esas emisoras, definen cómo defender sus derechos.

Resulta más tentador, y acorde con la lógica informativa vigente, descubrir cuál es el personaje que está o estaría jugando un partido para quedarse con, por ejemplo, algunas de las radios mencionadas, hablar de sus antecedentes (ya sea para rescatarlo o para cuestionarlo), recurrir a organismos estatales como fuente oficial u oficiosa de información y, también, dejarse llevar por testimonios cuya lejanía con las formas en que se enfrenta cada una de las situaciones que surgen de un conflicto los transforma en irrepresentativos, más allá de su pertenencia formal a esos medios.

La actual Conciliación Obligatoria en el caso del conflicto en radio El Mundo a raíz de 21 despidos –en una empresa donde no se cobra salarios, en muchos casos, desde enero- y la posibilidad de que un grupo empresario se termine haciendo cargo de Rivadavia –en quiebra desde octubre pasado- garantizando todos los puestos de trabajo y pagando lo adeudado por la Sindicatura desde diciembre hasta estos días, además del período anterior a la quiebra, no pueden entenderse si no se coloca en el centro de la escena a los trabajadores, su lucha, convicción y compromiso en el marco de estrategias que nunca se apartaron del planteo de defender todos los puestos de trabajo, sin alejarse, por ello, de la defensa de otros derechos.

No se trata de objetivos menores, teniendo en cuenta los actores con los que se confronta, ni de minimizar pasos valiosos, que se van logrando a pesar de groseras deserciones –algunos, “activos luchadores” de las redes, se dan por despedidos cuando sus compañeros logran reincorporarlos después de semanas de paros-; así como tampoco se debe perder de vista la construcción de unidades tan trabajosas como necesarias, que terminan favoreciendo a todos los que están dispuestos a pelear por lo que les corresponde; aunque estilos, métodos y visiones de la actividad y de lo que está más allá de ella no coincidan.

Radio El Mundo y radio Rivadavia se beneficiaron de colectivos con alto perfil a la hora de discutir y definir políticas de acción, una consideración ignorada por la agitación compulsiva y el establishment comunicacional, incapaces unos, premeditados otros, alevosos ambos; y esos colectivos padecieron –y padecen- la enfermiza necesidad de un afuera siempre más preocupado por el último dato –aunque no sea cierto-, la frase recortada, hasta dejarse llevar por el chisme, sin percibir muchas veces, los bien intencionados, que de esa manera son funcionales a los intereses contrapuestos al de esos trabajadores en lucha.

El conjunto de los trabajadores de esas emisoras (periodistas, operadores, locutores, técnicos, administrativos) junto con sus organizaciones (UTPBA, AATRAC, SUTEP y SAL) tienen una lectura integral de esos conflictos extensos, complejos, llenos de matices y detalles, que debieron atravesar –y atraviesan-, por una cuestión de tiempo más el de Rivadavia que el de El Mundo, por distintas coyunturas económicas, políticas, gremiales y sociales que requieren correrse de la linealidad de acción sin alterar objetivos centrales de la lucha y definiendo correctamente las prioridades.

Preservar los puestos de trabajo y cobrar los salarios estuvieron –y están- en el centro de la escena en cada una de esas luchas. Invisible se mueve el cómo, mientras confusa, interesada y ruidosa ataca la ansiedad informativa, ignorando la construcción colectiva y, a veces, alentando una combatividad que quienes la agitan se eximen de practicar.

Entre gol y gol, las copas

Por Tubal Páez Hernández.

Periodista cubano. Presidente de Honor de la UPEC) y de la FELAP.
La Copa América y la Eurocopa llegan a su fin y merecen una reflexión, aunque esta sea un granito de arena en un oleaje que ha movido multitudes en el Planeta Fútbol.

Dolor

Falleció el compañero José Dos Santos, amigo de la UTPBA, de la FELAP, periodista cubano, dirigente de primera línea de la Unión de Periodistas de Cuba, UPEC, en los años difíciles del período especial.

Profundo pesar en la Felap por la muerte de José Dos Santos

La conducción de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap) expresó su “profundo pesar” por el fallecimiento hoy en La Habana de José Dos Santos.