Ya los más optimistas comenzaron a especular con que la inflación del año trepará a 17%, mientras que estudios sin más intención que aproximarse con certeza a lo que ocurrirá acercan el porcentaje al 20%.
Recordemos: El gobierno se animó a hablar de un 10% para el 2018 y luego recalculó y le sumó un 5% y a renglón seguido advirtió que en el caso de las paritarias no habría claúsula gatillo si la inflación superaba la barrera, confiado, tal vez, que la economía comenzaría a derramar la famosa copa de la acumulación.
Reiteramos lo dicho días pasados: todo, todo, aumenta de manera constante y era imposible pensar que se cumpliría el sueño oficial. No es cuestión de discutir el salario partiendo de un piso de 15% porque esa es una cifra que el viento se llevó. Se impone, por lo pronto, elevar el piso y cláusula gatillo -o como se la quiera llamar-, tendrán que ir asociadas.