P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
R-
Si bien la situación extrema de aislamiento y reclusión en los hogares fue algo
nuevo para todas/os, las cuestiones que se “visibilizaron” (para algunos
distraídos que les cuesta ver la realidad) no fueron nada nuevo. No son
situaciones que – de una u otra manera – se desconozcan.
La precariedad laboral, escolar, de salud, de vivienda, la descomposición social,
las estrategias del sistema para destruir lo colectivo como herramienta de
resistencia y de lucha no apareció con el covid, sino que vienen de antes aprovechando a su favor todo lo que esté a su
alcance para tener más riquezas a costa de los más pobres.
Las familias sufrieron mucha tristeza, incertidumbre, pérdidas, estrés, con
consecuencias directas en la salud física y mental, no solo por la acción de
este virus, sino por el estado de las estructuras que debían protegernos y
contenernos. Mi familia no fue la excepción.
P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?
R- Recuerdo
el predio de UTPBA en Moreno como un lugar espectacular, con sus arboledas y
parques, pero más como el lugar de encuentro social y de desarrollo de un
proyecto colectivo como es la UTPBA donde miles de compañeros y compañeras
encontraban un espacio para descansar, aprender, comunicarse, conocerse y
compartir experiencias.
No me cabe duda que justamente ese proyecto es el que detesta y quiere destruir
la mano que rompió, quemó, saqueó y por ultimo robo el predio, usando como
herramienta las necesidades de esas familias que hoy lo están ocupando.
Indigna, pero no sorprende, porque es conocida ya la estrategia y connivencia con la que operan estos sectores del poder, organizaciones que se dicen sociales, resortes de la política y la justicia que son necesarias para que con su sordera y ceguera dejen hacer con la más absoluta impunidad estos atentados.
Es un robo, un delito, y como tal merece justica. Sin violencia con esas familias que no son victimas al igual que la UTPBA, y sin soluciones vergonzosas que no hacen más que seguir atentando contra el derecho de miles de afiliadas y afiliados. Justicia ya.