Ochocientos chicos de Ucrania, Rusia y Bielorrusia que sufren las consecuencias del accidente nuclear de Chernóbil, ocurrido hace treinta y un años, reciben tratamiento médico por parte de Cuba y unos veinticuatro mil niños fueron ayudados por el gobierno de ese país desde que se produjo la falla.
Cuba, primer país en ayudar a los afectados, ofrece un tratamiento que por lo general se extiende por un lapso de cuarenta y cinco días, aunque pude demorarse hasta un año, según el caso. Los pacientes son tratados en el balneario de Tarará, a 20 kilómetros de La Habana, lugar que fue adaptado para poder recibir a las víctimas del accidente nuclear.
Según explicó el médico cubano Julio Medina, a cargo del programa de asistencia a los damnificados, luego de la desaparición de la Unión Soviética, el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro decidió que se siguiera atendiendo a los chicos de Chernóbil.
El profesional detalló que parte de la terapia consiste en tomar sol y bañarse en la playa de Tarará, y además lo chicos son tratados con melagenina y pilotrofina, con el fin de regenerar la pigmentación de la piel y facilitar el crecimiento del cabello.
Una gran cantidad de menores de Chernóbil padecen cáncer de tiroides, leucemia, atrofia muscular, trastornos psicológicos, neurológicos y alopecia.
El desastre ambiental que se produjo tras el accidente de Chernóbil, junto al de Fukushima en Japón, son considerados los más graves en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares.
El plan de rehabilitación implementado por Cuba, que cuatro años después de la tragedia comenzó a recibir en la isla a los primeros menores que requerían asistencia de alta profesionalidad, tuvo un gran impacto en la salud y la recuperación de los niños, muchos de ellos provenientes de familias de bajos recursos imposibilitadas de afrontar los gastos que requerían su tratamiento en Ucrania.
-Con información de www.telesurtv.net.