Luego de atravesar meses de incertidumbre y semanas de tensión, los trabajadores de 360 TDA viven días decisivos. Los tres meses de retraso en el pago de los salarios, el pago en cuotas de los que se abonaron desde comienzos del año, el incumplimiento de los nueve planes de pago decididos unilateralmente por la empresa con compromiso ante el Ministerio de Trabajo, los cinco meses de demora en la discusión paritaria del período abril 2016/marzo 2017, el intento de reducción de personal en un 50% mediante los llamados “retiros voluntarios” acordados en mayo y nunca cumplidos, formaron parte de un cúmulo de decisiones de la empresa que encabeza Sebastián Ferreyra (y que forma parte del Grupo Electroingeniería) que por estas horas amenazan con redoblar la apuesta en contra de todos los trabajadores de la emisora.

La ausencia de una política que atienda en otros términos el problema de fondo, sin que periodistas, técnicos y locutores paguen el altísimo costo de seguir cobrando una quinta o sexta parte de su salario todas las semanas (que nunca serán todas) agrandando la deuda en forma exponencial o de quedarse, directamente, sin trabajo, expone la grave irresponsabilidad empresaria de quienes se presentaron, hace 5 años, como “el primer canal concebido y producido especialmente para la Televisión Digital Abierta (TDA)”.

El carácter de pionero de una experiencia comunicacional tuvo su impacto inicial en una programación nutrida de figuras, la mayoría de las cuales se alejaron al poco tiempo, mientras el canal carecía de estructura propia (algo que se extiende hasta hoy) y sólo quedaba sostenido por la capacidad y el compromiso laboral y profesional de todos los trabajadores.

El hecho real de la caída de la pauta publicitaria oficial se convirtió en el argumento más reiterado en lo que va de este año, mientras los dueños expresaban ante los trabajadores “que lo último que se va a caer es 360”.

Ya había empezado la incertidumbre. Ya se vivían semanas de tensión con manifestaciones de los trabajadores reclamando por el pago de sus salarios y exigiendo la preservación de la fuente laboral, sin entrar en políticas funcionales a otros intereses que no sean los propios, pero sin aceptar que la empresa se victimice políticamente para no cumplir con lo que le corresponde. Ya estamos en días decisivos, un límite que se fue corriendo hasta estas horas producto de la firme actitud de defensa de su trabajo y sus derechos que vienen ejerciendo los trabajadores, los mismos que fueron elegidos tras “una rigurosa selección” profesional, con el deseo patronal de que esos valores se comprometieran con el “proyecto”.

“Se puede estar cobrando, o no, mañana esa nueva promesa de cuota. Pero suceda lo que suceda la pelea para exigir que la empresa pague la deuda salarial, abone los sueldos cuando corresponde y preserve todos los puestos de trabajo, sigue”, dijo la UTPBA delante de los compañeros de 360 TDA tras la última audiencia en Trabajo.

Secretaría Gremial UTPBA