Reproducimos a continuación algunos conceptos de una entrevista realizada por el periodista y escritor Atilio Borón al presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, ex ministro de Cultura de la República de Cuba, y asesor del presidente de los Consejos de Estado y de ministros.
“Las preocupaciones que vienen desde distintos lugares del continente son las mismas: la colonización cultural como un factor que incide directamente en las conductas políticas, no sólo sociales, que influyen a su vez directamente en las emociones de la gente. Es importante que se organice un plan de acción realizable de acuerdo a las condiciones nuestras hoy, pero sin dudas es una prioridad”.
“A la dominación tecnológica, hoy se le sumaron nuevos componentes, por ejemplo, las religiones fundamentalistas. En Cuba le hicieron una guerra a la Ley de Códigos de Familia, pero ganamos limpiamente, nadie puso en duda esa victoria del pueblo cubano. Aunque hubo distritos donde perdimos, debemos decirlo. Fue una guerra feroz, dijeron atrocidades, y en gente primitiva sin formación esas cosas funcionan. Ese factor es nuevo y se mueve bien en un clima emocional, en un clima irracional”.
“Hoy, como decía Fidel, ‘te desmontan el aparato de pensar’, te desmontar la capacidad de discernir, te desmontan la capacidad de pensar críticamente los problemas en la realidad concreta”.
“En la actualidad hay teorías que afirma que los Estados capitalistas no buscan la explotación económica, que esta intrínseca en él, sino directamente en embrutecimiento de la población. En el manual básico de los fascistoides están los mensajes más simples, más directos, sin presentarle a su auditorio ningún tipo de reto intelectual. La gente desclasada, viviendo un mundo de incertidumbre es la materia prima del fascismo. Por eso Trump le habló a la clase media blanca que no quería ser de la escala social de los negros ni los latinos. Esta clase media busca un mesías que los guie. Es muy peligroso el momento”.
“Cuba sufre una invasión cibernética diaria con la idea de fijar la tesis de que Cuba es un estado fallido, de que el socialismo es una vía fracasada, de que la única oportunidad o salida que tiene el pueblo cubano es volver a los años ‘50 del siglo pasado, presentando una imagen glamorosa de La Habana de la mafia, de La Habana de Batista sin mostrar los muertos de hambre, los analfabetos, la pobreza. Es muy dramática la manipulación de la historia. La batalla es por el presente y por futuro, pero también por la memoria y por el pasado. Quieren tergiversar la memoria de nuestros pueblos.”