En Cuba, la interrupción voluntaria del embarazo es legal desde el año 1968 y está contemplado hasta la doceava semana de gestación, aunque en situaciones excepcionales, la práctica pueda extenderse hasta la semana 22 de gestación. Se practica en instituciones del sistema de salud pública.
La nación caribeña registra estadísticamente todos los abortos, incluidos los voluntarios y las regulaciones menstruales. Actualmente y de acuerdo a datos del Ministerio de Salud de ese país, los abortos voluntarios que se hacen representan la mitad de los que se hacían 12 años atrás y las regulaciones menstruales disminuyen significativamente, como también las interrupciones en las menores de 20 años. Se estima que alrededor del 20 por ciento de los abortos se relacionan con un fallo de anticonceptivos, y un porcentaje similar podría evitarse por decisión de la pareja o de la mujer si practica una anticoncepción consciente.