Por Jaime Iturri Salmón (*), desde La Paz.- La tercera ola ha penetrado con fuerza en Bolivia rompiendo la barrera de 3.000 contagios diarios. Y esta nueva crisis ocurre sobre todo en la oriental Santa Cruz, donde se encuentra un tercio de los contagiados y en Cochabamba, departamento ubicado en el centro del país.
Los andinos no están tampoco muy tranquilos, pues los expertos dicen que la crisis llegará en los próximos días a medida que el invierno llegue.
Mientras tanto la
vacunación avanza aceleradamente. Y ya se ha sobrepasado el millón de personas que
han recibido la primera dosis. Sin embargo, en regiones como Cochabamba un
sector importante de la población se resiste a ser vacunada, al extremo que se
ha rebajado la edad mínima para obtener la dosis de 50 a 45 años.
Otro problema de magnitud es la ausencia de medicamentos para tratar a quienes contrajeron el virus lo que ha llevado a la especulación y a que los remedios se coticen en tres veces el precio al que eran comercializados hace dos semanas.
En las redes sociales se ofrece Ivermectina y Rendisivir, para mencionar sólo un par ejemplos, y al no haberlos en las farmacias la población los compra en este mercado negro. Pero además del precio, el problema es que se han descubierto falsificaciones en las que te venden harina en vez de la medicina.
Y otro artículo que ha comenzado a escasear es el oxígeno, cuya producción no está alcanzando para abastecer a los hospitales y a las personas que en su casa lo consumen. Desde el gobierno central se ha reiterado que se dotó a gobernaciones y municipios de más de 100 millones de bolivianos para que pudieran comprar medicamentos y oxígeno. Y no se descarta una importación directa de parte del Estado boliviano como se lo hizo a principios de año trayendo medicamentos de la India.
La excelente relación del
gobierno de Luis Arce Catacora con Rusia y China está
posibilitando la llegada de vacunas en un mundo donde el 50 % de la producción
de estas está en manos de 10 países. Ayuda a Bolivia también el relacionamiento
con Argentina.
Preocupa sí la llegada de la variante brasileña, llamada P1, que es más contagiosa (lo que explicaría también la ruptura de records de afectados). Cuando menos en 4 departamentos de los que tiene el país este virus mutado está presente.
Y en medio de todo la incertidumbre y el comportamiento irresponsable de personas que no se someten a las medidas de seguridad. Por ejemplo, en Santa Cruz de la Sierra donde el pasado fin de semana se intervinieron 100 bares y lenocinios que venían funcionando en horas prohibidas. Y de colofón la crisis económica.
Sin embargo, el presidente Luis Arce sigue superando el 50% de aprobación ciudadana. Precisamente Arce ha anunciado que habrá cuarta, quinta, sexta olas y que sólo si la vacunación es masiva se podrá contrarrestar la pandemia. Ahora la bola está en la cancha de la población, si esta se cuida se saldrá más rápido de la crisis, sino… que venga el Diablo y escoja.
(*) Periodista. Director de Contenidos de la Red Televisiva ATB.