Al plan de acción acordado por los países que integran el G7 para tratar de mitigar los riesgos del uso de la Inteligencia Artificial (IA) puede vinculárselo con la discusión que se lleva a cabo en el congreso de Brasil, donde diputadas y diputados debaten un proyecto de ley “contra la desinformación”, que pretende regular las redes sociales en ese territorio.
Luego de acordar promocionar un uso responsable de la IA, los estados miembros del G7 –Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos– elaboraron una declaración conjunta con el fin de sentar las bases de una futura regulación que reduzca los riesgos asociados a los novedosos sistemas informáticos.
Mientras tanto, los representantes del pueblo brasileño discuten un texto denominado PL de las fakenews, el cual genera un gran desencuentro entre oficialistas –que aseguran que con la implementación del proyecto “se fortalecerá la libertad de expresión”- y opositores, quienes sostienen que la iniciativa es un instrumento que se utilizará para aplicar censura.
Las propuestas hechas por el grupo de los siete y la discusión que se lleva a cabo en el congreso de Brasil no hacen más que poner en evidencia la relevancia que han adquirido a nivel global las nuevas herramientas tecnológicas de comunicación, y, sobre todo, la disputa de poder por ver quiénes y para qué administrarán su funcionamiento.