Por Ana Villarreal (*).- En política, el silencio habla. El ejercicio de la memoria asociativa conduce al concepto propagandístico de la última dictadura cívico militar. “El silencio es salud”, pretendió acuñar el crimen organizado desde el Estado para acallar las voces que se alzaban contra sus delitos atroces.
El latrocinio programado, reñido con todo código ético, contra la propiedad de los trabajadores y trabajadoras de prensa en la localidad de Moreno, deja expuesta, aunque no sea tan así, una inocultable trama de complicidades que agigantan el silencio.
El reclamo de miles de trabajadoras y trabajadores de prensa ante la usurpación del patrimonio de esta organización en el municipio de Moreno, choca -como mínimo- con el silencio y la inacción del juez actuante Gabriel Castro, del Juzgado Número 2 de Garantías de Moreno. ¿Acaso ese magistrado es el único que no dice ni una palabra?
Durante todo este tiempo, cuando los robos, destrozos e incendios, desde el día de la usurpación, el 14 de julio de 2019, durante el ejercicio del intendente Walter Festa -y sus funcionarias y funcionarios- todas las denuncias y reclamos en busca de una solución por parte de la UTPBA nunca han sido atendidos.
Estos reclamos, siempre han subrayado que se debe hallar una solución pacífica al conflicto para la restitución, atendiendo la necesidad genuina de vivienda de las familias ocupantes. Dichos planteos van ligados a la concepción de construcción de esta organización, muy lejos de principios corporativos. En este sentido, la vida del propio predio de Moreno, da muestras de jornadas culturales, debates y recreación que no sólo albergaron a trabajadores/as de prensa, sino a organizaciones hermanas de la zona, del país y de Latinoamérica y el Caribe.
Y en el tren de esa historia compartida, “La peor opinión es el silencio”, idea lanzada por esta organización, que fue abrazada por gran parte de la sociedad, nunca ha dejado de ser bandera de la UTPBA. Esta organización marcaría, años más tarde, un hito en la construcción colectiva con su campaña “La peor opinión es el silencio”.
Hoy, tanta “sordera”, tanto silencio y tanto desprecio por quienes reclamamos justicia y soluciones acordadas, se parece mucho a una provocación minuciosamente planificada.
(*) Periodista y escritora. Miembro de conducción de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, UTPBA, y delegada a la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.