Estado de Alerta es Estado de Alerta. Cuando la asamblea de trabajadores de prensa de Canal 9 declaró esa condición –en defensa del Convenio Colectivo, en contra de la rebaja de salarios y por la preservación de todos los puestos de trabajo- no estaba apelando a una simple figura de marcado rasgo sindical, sino que advertía de un compromiso.
Tras una posterior audiencia en la Secretaría de Trabajo, donde la UTPBA y los delegados de Canal 9 ratificaron su postura, en tanto la empresa verbalizó su situación de crisis, los responsables y mandantes de Telearte pretendieron obligar a una compañera a incumplir con el Convenio, ese que la patronal dice “respetar”, y ante su negativa de ejecutar esa orden fue amenazada con una sanción.
La rápida reacción de los delegados y la UTPBA, ante un hecho que se concretaba un día después de la última audiencia, frenó la irresponsable acción empresaria, no obstante lo cual una posterior asamblea, concretada el primer día hábil de ese potencial conflicto, expresó su preocupación por lo ocurrido y reforzó su posición reproduciendo en un comunicado el artículo del Convenio 124/75 que hace mención a los deberes y derechos del camarógrafo.
Esto último no implica, respecto de la defensa del Convenio, que se haga foco en un solo punto o categoría dado que la empresa dejó en claro, en audiencias y públicamente, que ese es un objetivo central en su política de “reestructuración” y “flexibilización”, así como la de producir despidos y no discutir salarios o, directamente, rebajarlos.
Así lo expresó Hernán Birencwajg, gerente general de Canal 9, en un ámbito –charla organizada por ATA, la cámara de televisión abierta- que no deja dudas respecto al respaldo buscado y al carácter sistémico del cambio que se pretende para la actividad.
Por eso el Estado de Alerta es Estado Alerta. Porque frente a la impunidad reclamada por la empresa, la inteligencia y la acción, la acción y la inteligencia de los trabajadores y su organización, la UTPBA, son instrumentos imprescindibles para encarar una lucha que defiende puestos de trabajo, convenios colectivos y salarios. Nuestra inteligencia y nuestra acción jamás funcionaron para que el mencionado Birencwajg nos quiera incluir entre quienes propiciaron “los sobre costos que uno pagaba para tener un statu quo”. Siempre se cuidó “de verdad el trabajo”, no a partir de esta nueva propuesta, cuyo primer punto es, brutal paradoja, dejar a la gente sin trabajo.