Entrevistó Gustavo Vargas (*).- En esta oportunidad, el Doctor Gustavo Furio, integrante del equipo de profesionales médicos de la Obra Social de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (OSTPBA), nos cuenta su experiencia en la primera línea contra el Covid-19, reivindica a la ANMAT como órgano rector a la hora de hablar de las vacunas y resalta la importancia de continuar con los cuidados ya conocidos: barbijos, distancia social e higiene de manos.
-¿Cómo ha sido tu experiencia, en tanto médico de guardia y clínico, respecto del coronavirus?
-En los más de diez meses que llevamos de pandemia muchas cosas se han dicho, se dicen y se dirán, lo cierto es que todos los días, desde el consultorio, nos enfrentamos a novedades, a dudas y preguntas frecuentes.
En lo personal, mi involucramiento con la atención de pacientes con coronavirus comenzó en marzo, luego de haber atendido un caso positivo que terminó con la muerte de la persona en menos de cinco días. Con la formación, la experiencia y el saber adquirido nos enfrentamos de golpe a una pandemia, algo que nadie había vivido antes; recordemos que al comienzo no estaban claros los protocolos, y me encontré ante la necesidad de retirarme por quince días del consultorio.
Para un médico verse obligado a salir de la trinchera, en la que deja a sus pacientes, es una situación para la que no se está preparado, incluso contraría los ideales de una medicina con compromiso social. Hoy sabemos que con diez días de aislamiento preventivo obligatorio es suficiente para volver a la atención.
-¿Estamos seguros de esto?
-Seguros estamos de muy pocas cosas, aunque la última opción es la parálisis o la inacción. Lo importante es avanzar, no paralizarse.
-¿Qué nos podrías decir sobre la segunda ola?
-Por primera vez en la historia nos enfrentamos a lo desconocido y debemos trabajar con la contingencia y con las ansiedades esperables. Desde marzo hemos avanzado por ensayo y error, y cada médico que haya trabajado este año lo ha vivido en carne propia muy profundamente. Alguno podría preguntarse cómo se avanza en medio de la incertidumbre, lo importante es dar el primer paso y avanzar buscando precisiones.
La ANMAT es, en nuestro caso, el organismo que marca, tentativamente, el futuro. Si los médicos no podemos confiar en la AMNAT debemos irnos a casa, no tenemos otra guía para nuestro trabajo respecto a medicamentos o vacunas, siempre ha sido así.
–En este contexto ¿podemos confiar plenamente en las vacunas que empiezan a aprobarse?
-Si algo sabe cualquier estudiante de medicina es que lo que no es previsible en absoluto es el cuerpo humano, con o sin Covid, pretender que una vacuna o cualquier otro medicamento tenga un grado de previsibilidad mayor es una contradicción.
En un contexto de emergencia sanitaria mundial, elijo ponerme la vacuna porque tanto el médico como cualquier trabajador, esencial o no, vive pensando que puede distribuir el virus a sus familiares y amigos. La vacunación es nuestra última alternativa para calmar los temores, las ansiedades, y comenzar a vivir la pandemia con menos incertidumbre.
Hay que sumar algún otro cuidado especial a aquellos que hemos venido tomando en todos estos meses?
En mi opinión es importante que echemos claridad y tranquilidad al modo en que tenemos de sobrellevar esta emergencia, y ese camino lo marca, además del distanciamiento social, el uso de barbijo y alcohol, el correcto lavado de manos y la vacuna.
(*) Secretario de Prensa de la UTPBA.