El Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino se conmemora cada 26 de marzo, con la finalidad de concientizar sobre la importancia de la práctica de controles ginecológicos para evitar o atender a tiempo distintas enfermedades, entre ellas el cáncer.
En el mundo, medio millón de mujeres son afectadas cada año por el cáncer de cuello de útero. Mientras que en Argentina, este mal es el segundo más frecuente detrás del cáncer de mama, y cada año se descubren cuatro mil diagnósticos y mil ochocientas mujeres mueren por año.
La prevención y el control periódico son fundamentales, y para ello se recomienda la realización de estudios tales como el Papanicolaou y la colposcopía. Éstos, sumados a la vacunación conforman la forma más efectiva de prevención.
El cáncer de útero es causado por una infección que genera el virus Papiloma Humano (VPH), el cual usualmente se contrae por transmisión sexual, aunque también puede contagiarse mediante el simple contacto de la piel.
Se estima que hasta el 80 por ciento de las mujeres sexualmente activas tendrán una infección por uno o más tipos de VPH oncogénicos a lo largo de su vida, aunque gran parte de estas infecciones suelen ser transitorias.
Si bien el preservativo no evita totalmente la transmisión del virus, su uso es recomendable porque disminuye el riesgo de contraer esta enfermedad como así también el resto de las infecciones de transmisión sexual.