Por Sergio Torres (*).- El desarrollo tecnológico sin precedentes en el que vivimos avanza sobre el mundo del trabajo cada vez con mayor ferocidad. El ser humano parece quedar cada vez más como sujeto de consumo, como cliente, como seguidor, pero cada vez menos como sujeto de producción. El mundo del trabajo va camino a terminarse.
Solo como una muestra más de la supresión del ser humano en el ámbito laboral es la nueva idea de McDonalds, la cadena de comidas rápidas más grande del mundo, que en una de sus sucursales estadounidenses ubicada en Forth Worth, Texas, los consumidores podrán llegar, hacer su pedido, pagar y retirarlo sin tener que interactuar con una persona. ¿Será una prueba piloto?
Uno de los planos en los cuales creció la demanda de trabajadores calificados a nivel mundial es en el ámbito de la informática y la programación. De este modo las grandes empresas multinacionales e incluso empresas locales logran aumentar los beneficios económicos involucrando a la menor cantidad de trabajadores posibles.
La ecuación que no se puede resolver es la del trabajo como medio para poder consumir. ¿Hasta qué punto las personas podrán ser solo consumidoras si sus condiciones reales de vida son cada vez más inciertas? ¿Habrá algún algoritmo que le ponga comida en la mesa a los millones de hambrientos de este mundo?
(*) Periodista