“Todo pasó: una ráfaga, un vuelco y
aún vivimos”…
Pablo Armando Fernández
Por Leticia Amato (*).- El niño poeta surca las olas, las esquiva con hábiles cabriolas. A las pequeñas las deja ir, espera a las más rotundas y barulleras para, de frente, encarar la zambullida ferozmente. A veces, las olas lo voltean, lo arrojaban a la orilla en un sólo movimiento o lo dejan cabeza abajo y sólo se alcanzan a distinguir sus piernas agitadas por recuperar la vertical. En cada chapuzón, el niño poeta emerge con la boca llena de versos salados que, atentamente y sin pedir permiso, regala a quienes encuentra cerca para volver corriendo, entusiasmado, a encamarse a una nueva ola y salir luego, otra vez, con renovada inspiración, a rimar otra poesía.
El niño poeta no solo obsequia poesía de su autoría, también, recita poemas de García Lorca, explica el proceso de independencia en la época de la colonia, habla del producto bruto interno del país y de una película que vio en el cine una vez, en la que actuaban la dupla (dijo “la dupla”) Mirta Legrand y Alfredo Alcón.
En Cuba se pueden encontrar muchos niños poetas, niñas historiadoras, niños arqueólogos, niñas politólogas, nadadoras, músicos. Y esto no es casualidad.
Resulta ineludible, entonces, la comparación ¿cómo no pensar que en nuestro país los niños no recitan poesía porque rara vez tienen oportunidad de conocerla, que pocos fueron alguna vez al cine, que muchos -a pesar de estar en edad- aún no aprendieron a leer porque, privados de la escolarización primaria, son explotados laboralmente?
En Argentina, el 60% de los niños son pobres. El analfabetismo estructural es del 2,2 % y va en ascenso si se sigue el recorrido estadístico del último decenio. La tasa de deserción escolar de jóvenes en escuelas secundarias oscila entre 56% y 60%. En Cuba, el analfabetismo es del 0.2%, único país de América capaz de ostentar ese porcentaje según el último informe Educación para todos (EPT) de la Unesco. La tasa de deserción en la educación secundaria es de 0.4%.
En Argentina, mueren 8 de cada mil bebés nacidos vivos. En Cuba, mueren 4 de cada mil bebés nacidos vivos-y el 99.9 % de los nacimientos ocurren en instituciones de salud-, indican los datos del Banco Mundial. Además, Cuba se convirtió desde 2015, en el primer país del mundo libre de la transmisión materno-infantil del VIH.
En Argentina, no obstante el elevado costo que se le abona al sector privado que “brinda” servicios de electricidad, en verano nos quedamos sin luz, en invierno, también.
La
paradoja que ni la poesía de los niños poetas de Cuba puede explicar es que, así
y todo, Cuba está bloqueada económicamente por EE.UU desde 1961 y Argentina goza de los beneficios del libre
mercado desde siempre, como bien se puede apreciar.
(*) Periodista. Secretaria de Asuntos
Profesionales de la UTPBA. Miembro de la Secretaría de Juventud y Nuevas Tecnologías
de la FELAP.