1 diciembre, 2019

Feroz represión en Bolivia

La brutal represión contra la mayoría del pueblo Boliviano, instrumentada por el gobierno auto proclamado -encabezado por Jeanine Áñez- continúa sumando torturados, desaparecidos y asesinados.

El salvajismo desatado en Bolivia no es expuesto en su total dimensión por los grandes medios de comunicación de nuestro continente y el mundo. Las distorsiones acerca de la realidad y las mentiras son parte de una política que tiene como objetivo, entre otros, la apropiación de la producción de Litio.

Bolivia, junto a Argentina y Chile tiene el 75 por ciento del Litio existente en todo el globo.

El actual auto proclamado gobierno de Bolivia, obedeciendo órdenes de Estados Unidos, acaba de constituir un grupo especial de represión bajo el nombre de “Antiterrorista, para la lucha contra el narcotráfico” apuntando, además, al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien adjudican la responsabilidad de promover y beneficiarse del tráfico de estupefacientes. La macabra novela orquestada, que incluyó el golpe de Estado contra Evo Morales, no se detiene.

FELAP solidaria con el periodista Carlos Fazio

A raíz de un artículo, publicado en la Jornada de México, en el que Carlos Fazio periodista y entrañable amigo de FELAP fue amenazado por la señora Dahlia Neumann, vocera de prensa de la Embajada de Israel en el citado país, nuestra entidad continental expresa su solidaridad con el compañero y un absoluto repudio a todo intento de censura y amedrentamiento.

Jorge Legañoa en Data Mundo: “Hoy los misiles son digitales”

El vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social de Cuba, Jorge Legañoa Alonso, participó del segundo capítulo de Data Mundo, ciclo de entrevistas, reflexiones y análisis producido por DATA.U y la FELAP que se cuestiona ¿Cómo pensar el mundo de hoy?

De Ana Frank a Rasha, lo impensable

Por Laura Taffetani.

Abogada.
El genocidio en Gaza y en el Líbano nos trae imágenes estremecedoras que vemos en línea con pasmosa cotidianeidad. La lógica del capitalismo no duda en convertir en verdaderos infiernos nuestras tierras.