P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
R- La pandemia trajo miedo y desinformación. Virus peligrosos se instalaron en el cotidiano. Acompañe a mi madre, hijos y a la comunidad toda. Mi trabajo fue asistir a los míos y a las familias de mi entorno. Coordino la Biblioteca y Centro Cultural/Comunicacional “El Arca de Javier”. La responsabilidad se multiplicó. La gestión de recursos para distribuir fue difícil y los amigos tuvieron que colaborar. Hasta acá lo de siempre con los cuidados sanitarios. Tengo la certeza que todos fuimos en la pandemia quiénes éramos antes.
Pienso en el futuro cuando tengan que leer las crónicas de cómo la misma ciencia nos dio una vacuna en meses. Cómo el mundo estuvo gobernado en algunos países por infames. Cómo los gobiernos salieron a negociar vacunas para sus habitantes. Cómo la derecha reaccionaria se instaló en el discurso y la acción. Quiénes ganaron con la pandemia ¿Se publicará la lista de los canallas que desinformaron y crearon el caos? ¿Se hablará de nuestros muertos?
El virus también fue la información/desinformación, y los periodistas nos vimos en la obligación de limpiar la noticia, certificar las fuentes, buscar las formas de llegar a nuestros lectores/escuchas/videntes con la certeza de que la lucha contra la infamia se pelea todos los días.
P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?
R- Respecto a la toma del Centro Recreativo creo profundamente que tenemos que alejarnos del discurso perverso. No existe un ellos (los que viven en la toma) ni un nosotros (los que nos quedamos sin el espacio), sino un nosotros con necesidades válidas. Los trabajadores no somos ni los culpables ni los verdugos de quienes no tienen trabajo ni vivienda. Se necesita una Justicia que medie en el conflicto, sabiendo que es lenta y ajena, pero que al menos nos debería garantizar un espacio de dialogo. Como ya lo afirmó la UTPBA, no podemos admitir o permitir desalojos violentos.