Por Carlos Morales Valido (*), desde Montevideo.- Se va haciendo moda –o “trending”, seamos “cool”- el uso y abuso de aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) para casi cada campo de la vida cotidiana, y el periodismo no está ajeno. Las noticias de que varias empresas de medios recurren a softwares para la redacción de notas sin mediación humana inquieta a quienes vivimos de esta profesión de por si precaria, mal pagada y siempre proclive a acabar en la calle…

Por eso busqué uno de los programas más socorridos, ChatGPT, y lo sometí a un interrogatorio, tomando el toro por los cuernos de entrada… ¿debería sentirme, como periodista, amenazado por el creciente uso de IA en medios de prensa?

“No necesariamente. La IA puede ser una herramienta valiosa para la investigación, la organización y la presentación de datos y noticias, pero la verificación de la información, la interpretación y la toma de decisiones sobre qué es noticia y cómo se presenta aún requieren la participación humana. La IA puede complementar el trabajo periodístico, no reemplazarlo”, respondió el programa, que alerta empero sobre ciertos desafíos éticos.

En esa cuerda, mencionó el riesgo de sesgos y discriminación, pues un programa diseñado para generar un texto coherente a partir de un océano de información digital puede perpetuar ciertos prejuicios en la sociedad, lo cual entraña un impacto negativo en la representación de grupos marginados o minorías en los medios de comunicación.

Además, la IA puede generar noticias falsas o manipuladas, lo que puede socavar la credibilidad del periodismo y los medios. A su vez, las noticias automatizadas carecen de la perspectiva humana y la profundidad necesaria para contar historias complejas e impactantes. Por eso sería casi imposible, por ejemplo, que uno de estos artilugios haga una buena crónica: es un género demasiado personal, y el algoritmo lo sabe…

“Es importante tener en cuenta que la crónica es un género periodístico subjetivo y personal que depende de la perspectiva y la opinión del autor. La IA puede generar textos automatizados en base a patrones y modelos previos, pero todavía carece de la capacidad de entender y expresar las emociones, las opiniones y los matices humanos que hacen que una crónica sea única y auténtica”, responde ChatGPT.

Además, la generación de texto por parte de la IA aún presenta limitaciones en cuanto a la calidad y la coherencia del lenguaje, por lo que es necesaria una revisión y edición humana para garantizar claridad y precisión en el mensaje. 

Por otro lado, la IA ha permitido una mayor automatización de tareas repetitivas, como la generación de noticias sobre finanzas o deportes, y eso ha llevado a una inevitable reducción en el número de puestos de trabajo en estas áreas, que de cierta manera se ha compensado con el alza en la demanda de periodistas especializados en áreas como la investigación, la verificación de información y la producción de contenido multimedia.

Entre los programas más socorridos para la redacción de noticias destacan Articoolo, Heliograf (usado por la compañía de noticias The Washington Post para generar noticias sobre deportes, política y finanzas), Wordsmith (especializada en descripciones de productos) o Quill, que genera contenidos de manera rápida y eficiente. Las opciones abundan, pero tampoco es para ponernos apocalípticos: los tiempos cambian, y las maneras de hacer periodismo también, pero las esencias, la pregunta indicada, el olfato por la noticia… eso, queridos colegas, aún es patrimonio humano…


(*) Periodista cubano. Editor de la agencia de noticias Sputnik.