Distintos motivos son mencionados a la hora de hablar de las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, que produjeron – hasta ahora- más de 140 muertos, 131 desaparecidos, y más de 2 millones de personas damnificadas. La deforestación de la Amazonas, el cambio climático, el efecto invernadero, la anegación de los suelos, etc. Nadie, salvo excepciones, menciona el salvajismo
capitalista a la hora de contar este episodio.
“Una combinación letal amenaza a la humanidad. El travestismo pragmático intelectual y político de clases dirigentes, funcionales a la avaricia destructiva del capital, junto a la indulgencia e indiferencia que ha ido ganando conciencias mayoritarias pone en riesgo, hora tras hora, hasta el aire que respiramos. Se quema el Amazonas, cuyos árboles significan el 20 por ciento de la cantidad de oxigeno que hay en la atmósfera de la tierra”, afirmó la periodista y escritora Ana Villarreal– miembro de UTPBA-FELAP– en su nota “Amazonas y el capitalismo incendiario”, publicada el 3 de septiembre de 2019 en este medio.
Las cosas por su nombre….