¿Donde descansarán los restos de Carlos Slepoy? La pregunta apunta a explicar la contracción y el dolor de quien será recordado en muchos países de Europa y de Latinoamérica por su incansable lucha durante más de 40 años dedicada a la defensa inclaudicable de los derechos humanos y la justicia universal.

Despedir al compañero Carlos Slepoy es volver sobre los pasos de nuestra propia historia, donde las coordenadas de verdad, memoria y justicia buscaron realizarse por fuera de las fronteras de nuestro país, un ejemplo que expuso a la justicia argentina a verse en su propia impunidad.

El 13 de mayo de 1997, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, prestó declaración ante el juez Baltazar Garzón, en Madrid, España, que en aquel entonces se ocupaba de los desaparecidos de origen español durante el terrorismo de Estado (1976-1983).

Junto a nosotros, Carlos Slepoy, artífice incansable de toda instancia legal que allanara la búsqueda de la verdad y la justicia,   brindó todo su apoyo y orientación para que nuestra organización pudiera llevar la lista completa de los periodistas-detenidos desaparecidos más allá de su nacionalidad. De este modo, Slepoy logró que una organización del grado de la UTPBA pueda ser admitida como querellante, algo poco habitual tanto en la justicia española como en la inexistente justicia argentina de aquel entonces.

Al conocer la investigación que desarrollaba Baltazar Garzón , la UTPBA ofreció su colaboración para aportar a la verdad y la justicia y encontró en Carlos Slepoy el respaldo y el respeto para forjar el sinuoso camino de verdad y justicia universal.

Dijimos que recordar a Slepoy es recordar nuestra propia historia. Por Slepoy, por su historia de lucha van algunos párrafos de la carta dirigida al Juez Garzón y firmada por la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires el 13 de mayo de 1997.

Carta al juez

(…)”las investigaciones judiciales y periodísticas que se están realizando en España y otros países europeos sobre las víctimas del genocidio ocurrido en nuestro país y acerca de los archivos secretos de la represión planificada y ejecutada desde el aparato del Estado nos trae esperanzas de poder avanzar en la dilucidación y condena de estos crímenes. “Desgraciadamente en la Argentina las leyes de obediencia debida, punto final y los indultos a los máximos responsables de los crímenes, las terribles violaciones a los derechos humanos ocurridas en aquella época quedaron en una absoluta impunidad”(…)

(…)La gravedad de los hechos ocurridos en nuestro país son delitos de lesa humanidad que no admiten la prescripción y trascienden “nuestras fronteras nacionales”.

A la carta se adjuntaron la lista de todos los periodistas desaparecidos durante la represión y se  agregaron  los nombres de los de orígen español: Lucina Alvarez de Barros; Rodolfo Jorge Fernández Pondal; Gerardo Francisco Gatti Antuña; Elsa Martínez de Ramires; José Eduardo Ramos; Carlos Alberto Pérez; Eduardo Suárez; Patricia Villa y Mario Hernández: Todos fueron “chupados” entre 1976 y 1978 por los llamados Grupos de Tareas de la dictadura militar.

La misma denuncia fue llevada a Ginebra ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

El fallecimiento del abogado argentino Carlos Slepoy deja un enorme vacío en el camino de lucha por un mundo más justo. La UTPBA así lo siente y lo homenajea en las ideas y las experiencias compartidas. Justicia Universal por la memoria de un hombre que será recordado en distintas latitudes de este mundo que todavía exuda injusticias e impunidades de todo pelaje.

Por la Comisión Directiva de la UTPBA: Lidia Fagale, secretaria General