Por Ana Villarreal (*).- A 25 años de la IV Conferencia Mundial de Mujeres, la vida cotidiana de miles de personas en todo el mundo hace evidente la gran deuda de la mayoría de los gobiernos del planeta para con los propósitos esgrimidos en aquel encuentro.
Aunque los lineamientos generales de la Plataforma de Beijing fueron incorporándose en muchas propuestas gubernamentales, el mundo ha ido creciendo en violencia y desigualdad para millones de personas y, en particular, para las mujeres y las niñas.
En el marco del Foro de ONG, realizado de forma simultánea a la conferencia, en Huarou, a pocos kilómetros de Beijing, no puede olvidarse el nivel de excelencia de los aportes organizativos de la Federaciónde Mujeres de China.
En ese contexto, la UTPBA, junto a otras organizaciones, denunciaron la situación provocada por la aplicación de planes neoliberales en varios países de la región.
En Argentina, se iniciaba el segundo mandato presidencial de Carlos Menem. El cierre de fuentes laborales y las presiones de distinto tenor para el ejercicio de la profesión periodística, representaron escenarios de lucha para la UTPBA.
En cuanto a los propósitos de aquella plataforma de la última conferencia realizada a ese nivel, la distancia con Beijing es fácilmente verificable. La realidad del mundo, hoy agudizada por los efectos de la pandemia, se inscribe en indicadores de aumento de injusticia, que condicionan a miles de personas a vivir en situaciones infrahumanas.
La falta de democracia económica ha incrementado los índices de analfabetismo, la falta de acceso a la atención de la salud, la disparidad salarial, entre otras cuestiones.
El
mundo desigual, la violencia intrafamiliar, los femicidios, los abusos
infantiles, dan sobrada cuenta de la distancia con aquellas intenciones de
paridad de oportunidades para todas y todos y entre géneros.
(*) Periodista. Delegada a la Federación
Latinoamericana de Periodistas, FELAP. Integrante de la delegación de la UTPBA que
fuera a Beijin, junto con las compañeras Ana María Careaga y Adriana Grissi.