Ni ajena, ni callada, ni neutral
El 7 de junio de 1976, en México, fue fundada la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.
Hoy, a cuarenta años de aquel día, la organización más relevante del continente continúa comprometida con los intereses de los trabajadores de la prensa y en lucha contra quienes en el mundo de la información y la comunicación monopolizan y controlan la palabra y las imágenes, así como las finanzas, la economía, la cultura y la política.
Esa lucha, dada por la FELAP en las redacciones y fuera de ellas, constituyó –y constituye- durante cuatro décadas una clara evidencia de defensa irrestricta de los derechos humanos.
Al cabo, el nacimiento de la FELAP obedeció a la necesidad de cientos, miles, de periodistas de protegerse frente a las salvajes dictaduras militares y a la vez denunciarlas ante la opinión pública mundial por sus crímenes de lesa humanidad.
En las denuncias de esos tiempos iniciales se manifestaba que las dictaduras en distintos países respondían a la política imperialista de EE.UU.
Los diferentes golpes de Estado tuvieron una misma matriz, un mismo formato, un único fin: exterminar a los luchadores populares –entre ellos periodistas- para, luego, aplicar mediante el terror un plan económico y social con el sello del neoliberalismo-capitalismo-imperialismo.
Entre los dieciséis principios fundacionales, además de declararse antiimperilista, anticolonialista, popular y democrática, la FELAP “Afirma su decisión de luchar por las reivindicaciones
profesionales que procuren mejores condiciones de trabajo y vida y por la defensa integral de los derechos profesionales y gremiales”.
En su Declaración de Principios, la FELAP se pronuncia como una organización “antifascista y “se opone a todo régimen de terror inspirado en la opresión del pueblo”. En otro párrafo sostiene “que la formación cultural y la educación deben orientarse con sentido crítico, cuestionante y liberador, para coadyuvar a la lucha de los pueblos; por lo tanto, deben estar al alcance y en consonancia con los intereses de las mayorías nacionales”.
De los primeros años de la FELAP y de gran parte de su desarrollo vital y ejemplar, se destacan, entre otros compañeros fundadores de la organización: Eleazar Díaz Rangel, quien fuera el Primer Presidente y que actualmente, siendo Presidente de Honor, es Director del periódico Últimas Noticias de Caracas; Germán Carnero Checa, primer Secretario General, fallecido; Hernán Uribe, Presidente de Honor, ex Presidente de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP-FELAP) y Ernesto Vera, en su momento Vicesecretario General y luego Presidente de Honor, recientemente fallecido. Fue Presidente,Secretario General y “timonel” de la FELAP durante muchos años, el compañero Luis Suárez, fallecido.
Todos ellos hicieron, hacen, grande y digna a la FELAP. Fueron, son, referentes en la labor profesional y en la entrega a la hora de organizar la verdad contra la mentira organizada. Casi siempre en la adversidad, demostraron, con sus distintas características personales, convicción ideológica, sentido crítico e inconfundible identidad de clase.