Las decisiones estratégicas, la paciencia, la coherencia y la fuerza de la dignidad y las ideas produjeron un resultado que excede en mucho lo importante de lo logrado en las urnas.
A partir de haber afirmado, más y más, durante años, la tarea de la juventud en las máximas responsabilidades de la organización, hoy se verifica -en la realidad, no en el deseo- que la UTPBA no es el fruto del capricho de nadie, sino de una voluntad conjunta que exige respeto.