A Rosa María Russovich,
Agradecida
Hay muertes que nos marcan porque sus vidas nos han dejado huellas profundas e irremplazables. Nos llega el mensaje: Falleció Rosa María Russovich, docente en las carreras de Periodismo y Comunicación, lingüista, publicista, traductora, investigadora, escritora…
Nos llega el mensaje: Falleció Rosa María Russovich, en medio de la pandemia, unas de las pocas personas con capacidad para enseñarnos a pensar, a construir un pensamiento lateral que rompa las barreras de lo conocido. Sí, en la formación de futuros periodistas, Rosa María se destacaba, sin que ella se lo propusiera, por ese impulso natural a enseñarnos a comprender, a convertir la intuición en conocimiento. Todos, quienes fuimos sus alumnos y nos seguimos alimentando de sus enseñanzas, continuamos estremeciéndonos cuando desanudamos la realidad.
La reconocimos años atrás, desde la UTPBA por el camino que nos enseñó a transitar. A ella y a otra maestra de la enseñanza en el Periodismo, su amiga, María Luisa Lacroix, de quien tampoco podré olvidar su frase, plasmada en un controvertido interrogante cuando se hablaba de la libertad de expresión, de la ética periodística… ¿Quién regula el silencio?
Junto a Rosa María también, su compañero, el semiólogo y filósofo Alejandro Russovich, fallecido hace 5 años atrás, quien también en una simbiosis de afecto y sabiduría, fueron la síntesis perfecta de quienes no necesitan a los demás para ser alguien. Eran ellos en esa conjugación preciosa, de generosidad, bondad, humildad y por sobre todas las cosas, conocimiento que repartían por doquier amablemente, con humor y grandeza en medio de las miserias ajenas y la adversidad de la dictadura.
Como cuesta despedir a gente así cuando siempre están de regreso en mí. Los abrazo y te abrazo Rosa María, por siempre.
Lidia Fagale, Secretaria General de la UTPBA
Te voy a extrañar Rosa María
Recuerdo tu valiente y decidida creación, junto a María Luisa Lacroix y otros compañeros, de aquel espacio de “catacumbas” (que luego dio lugar al IECSE) territorio donde fue posible pensar y soñar juntos en tiempos de la Dictadura.
La pasión que ponías en el trabajo académico, y la investigación, que sostuviste incansablemente.
Que te nombraran “Sendera” en una premiación de UTPBA, porque sin duda abriste camino a tantos y tantos alumnos.
Haber llegado de tu generosa mano a la facultad de Sociales de Lomas y de Olavarría, donde compartimos nuestras inquietudes como enseñantes.
Será imposible olvidarte querida amiga.
Kuky Coria