7 marzo, 2022

María Zulberti

P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?

R- Sin saber la gravedad en la que nos envolvía esta pandemia, pudimos atravesarla en familia. El Covid-19 trajo mucha tristeza y soledad. La ciencia y su avance fue a pasos inmediatos, llegaron los resultados más importantes: las vacunas. Hoy un gran porcentaje tenemos las tres dosis.  

Gracias a todos los trabajadores de la salud por su orientación y capacidad humana que nos supieron brindar. 

P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno? 

R- El Predio de Moreno es nuestro lugar de recreación, es la lucha de los compañeros, es el trabajo en conjunto con una misma finalidad defendiendo y construyendo lo que nos pertenece.  

Después de vivir tantos destrozos se suman los usurpadores como si fueran dueños del complejo, hay familias que deben tener un lugar como corresponde, sin que esto afecte a los trabajadores de prensa. Sin ser desalojados por la fuerza. ¡¡¡Esta demora nos supera!!! ¡¡¡Actúe señor juez!!!

FELAP solidaria con el periodista Carlos Fazio

A raíz de un artículo, publicado en la Jornada de México, en el que Carlos Fazio periodista y entrañable amigo de FELAP fue amenazado por la señora Dahlia Neumann, vocera de prensa de la Embajada de Israel en el citado país, nuestra entidad continental expresa su solidaridad con el compañero y un absoluto repudio a todo intento de censura y amedrentamiento.

Jorge Legañoa en Data Mundo: “Hoy los misiles son digitales”

El vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social de Cuba, Jorge Legañoa Alonso, participó del segundo capítulo de Data Mundo, ciclo de entrevistas, reflexiones y análisis producido por DATA.U y la FELAP que se cuestiona ¿Cómo pensar el mundo de hoy?

De Ana Frank a Rasha, lo impensable

Por Laura Taffetani.

Abogada.
El genocidio en Gaza y en el Líbano nos trae imágenes estremecedoras que vemos en línea con pasmosa cotidianeidad. La lógica del capitalismo no duda en convertir en verdaderos infiernos nuestras tierras.