P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
R- El contexto de pandemia ha modificado la cotidianidad de todes sin miramientos. Con fuerte impacto en la subjetividad de la vida de cada une. Esta nueva realidad nos sitúa, en un aquí y ahora, estar atentes a los desafíos que se van presentando “todo” el tiempo.
En lo personal y profesional, viene siendo un tiempo de mucha implicancia desde el sentir-pensar–actuar. Pero lo que me ocupa hoy es la reflexión de la dificultad de planificar/proyectar.
La realidad cambiante no nos estaría permitiendo pensar a largo plazo. Sumado a la fragilidad de los lazos sociales que se manifiestan ante la posibilidad de recuperar el encuentro, los abrazos, la organización. Debemos construir “lazos amorosos” que nos nutran de sabiduría y entendimientos para contrarrestar la fragmentación en todos los ámbitos. En eso andamos en Cine en Movimiento.
P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?
R- La situación de UTPBA en Moreno, pone en manifiesto la fragilidad de las instituciones, más específicamente la de la justicia. La banalización de la política y el sistema corrupto del Estado instalan el “desorden – caos” institucional.
Lo obvio se instala como lo “inviable”. Hay que recuperar el valor y lugar del Estado para que los derechos no sean vulnerados por el mismo Estado. Como así también recuperar la política, que es aquella que permite mejorar la calidad de vida de las personas.