Violencia física, torturas, detención arbitraria, secuestros, explotación sexual, esclavitud, trata de personas, extracción de órganos y la muerte son algunas de las atrocidades a las que se enfrentan los migrantes que huyen en busca de seguridad y protección.
Un informe reciente elaborado por tres agencias que abordan el fenómeno de la migración – la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Centro Mixto de Migración (MMC) – describe los peligros que enfrentan quienes deciden dejar sus hogares en busca de un futuro mejor, o al menos, no adverso que el presente que viven.
El informe destaca que más seres humanos mueren en las rutas terrestres de migración que en las rutas marítimas, y subraya que “los migrantes y refugiados sufren violaciones graves de derechos humanos y abusos a lo largo de su viaje”.
El cambio climático, los conflictos armados y las graves crisis económicas siguen siendo las principales causas que provocan, por ejemplo, la muerte de unas cinco mil personas en los primeros cinco meses de 2024 sobre la ruta del Atlántico hacia las Islas Canarias, que es apenas uno de los más de 10 importantes caminos migratorios del mundo. La cantidad de personas que murieron representa “un aumento del setecientos por ciento en comparación con el mismo período del año pasado”.