Por Sergio Torres (*).- En los cinco continentes habitados, de día y de noche, con lluvia o con sol, con frío o con calor, millones y millones de seres humanos, hombres, mujeres y niños, ponen a caminar su necesidad, perentoria e impostergable, de encontrar de algún modo, un mundo mejor para ellos y sus familias.
Este vía crucis, al que se ven obligados a recorrer apenas una parte de los excluidos de este mundo, no es casual: cada vez más gente sobra en este mundo, dominado por el capital especulativo, el descomunal avance de las nuevas tecnologías y la robótica en detrimento del trabajo humano, y que deja ni siquiera en un segundo plano a las necesidades y los derechos de las grandes mayorías.
De acuerdo a los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2017 fueron 68,5 millones de personas refugiadas o desplazadas en el mundo, algo así como 1 de cada 110 que habitan este planeta. Se espera además que, como viene ocurriendo en los últimos años, la cifra de 2018 sea superior.
Todos estos caminantes -no muy diferentes a cualquiera de nosotros- ya no son tenidos en cuenta ni siquiera como mano de obra barata, deben lanzarse a la mar o a los caminos para alcanzar algún otro lugar en donde el sistema los tenga en cuenta para poder ser explotados. Huyen de la nada, sin nada, hacia la nada.
En la película suiza Viaje a la esperanza (Xavier Koller-1990) se relatan las situaciones de humillación, discriminación y muerte que debe vivir una familia en su periplo desde Turquía hasta Suiza, para poder procurarse una vida mejor. El film fue galardonado con el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1991.
Aquella película se basaba en una realidad incipiente, que con el correr de los años y la estandarización del capitalismo a lo largo y ancho del mundo, se acrecentó de manera avasallante.
Millones de seres humanos deambulan por el mundo buscando agua, comida, salud, techo y trabajo. El capitalismo y la Cuarta Revolución Industrial parecen necesitar cada vez menos de los hombres y mujeres de este mundo.
(*) Periodista