Por Juan Ignacio Ruiz (*).- Del otro lado del Río de la Plata, en julio de 1930 comenzó todo. Ese “todo” que hoy significa mucho en aquel momento fue no más que una anécdota, un hecho curioso y diferente, que con el tiempo se convirtió en un suceso deportivo, social, cultural y económico casi sin igual. Un mundial de futbol.
13 selecciones, la organizadora y 12 invitadas –única vez en la historia que ni hubo eliminatorias- se repartieron en 4 grupos, 3 de 3 equipos y 1 de 4, en donde estuvo Argentina junto a Chile, Francia y México.
El mundo, como casi siempre, estaba en crisis. El crack económico de 1929, conocido como la Gran Depresión, fue probablemente la primera crisis importada por los Estados Unidos al resto del mundo. Varias selecciones declinaron a la invitación mundialista alegando inviabilidad económica para afrontar el viaje.
El debut argentino se produjo el martes 15 de julio ante Francia en el estadio Centenario. El gol del centrocampista de San Lorenzo Luis Monti a nueve minutos del final le dio el triunfo a los nuestros. El encuentro se desarrolló solo tres días después de que un tranvía que se dirigía desde Temperley hasta Constitución cayó desde el puente Bosch y dejó un saldo de 56 muertos.
La marcha argentina hacia la final incluyó triunfos ante México (6-3), Chile (3-1) y Estados Unidos en semifinales por 6 a 1. Mientras tanto, de este lado del Río de la Plata el general José Félix Uriburu reunía apoyos para derrocar, semanas después al presidente Hipólito Yrigoyen y dar comienzo así a la denominada Década Infame.
Uruguay en tanto, dejó en el camino a en la fase de grupos a Perú (1-0) y a Rumania (4-0) y en semifinales a Yugoslavia con un contundente 6 a 1.
La final se jugó el 30 de julio en el estadio Centenario y fue dirigida por el belga Jean Langenus. Luego de un comienzo auspicioso para los argentinos, quienes se fueron al descanso arriba 2 a 1, el seleccionado uruguayo reaccionó en el segundo tiempo y dio vuelta el marcador para consagrarse como el primer campeón del mundo al imponerse por 4 a 2.
Así concluyó el primer mundial de la historia, uno de los hitos de 1930. Otros fueron el descubrimiento de Plutón, la aparición de Mickey Mouse y Betty Boop y la descollante actuación de Marlene Dietrich en El ángel azul.
Mientras tanto, en Buenos Aires y en Coronel Moldes -Córdoba-, llegaban al mundo con pocos días de diferencia el poeta Juan Gelman y el dirigente sindical Agustín Tosco.
(*) Periodista