Se murió Osvaldo. Para sus compañeras y compañeros de la UTPBA alcanza con el nombre para saber de quién hablamos. Etrea (su apellido) quedó para esa formalidad tan poco afín a su condición de militante, el signo de su vida. Un militante que terminó eligiendo la UTPBA como el lugar para desarrollar su actitud solidaria, su compromiso de clase casi desde el nacimiento de la organización.
Repasar la historia de la UTPBA es encontrar a Osvaldo participando de cada acción (gremial, política, social, profesional, internacional) junto a las mismas compañeras y compañeros que hoy se conmueven ante la noticia de su fallecimiento. Con los que compartió, entre otras cosas, su emoción de haber conocido la Cuba de Fidel y de sentirse cada vez más identificado con la política de una organización que lo contenía ideológica y afectivamente.
Habitante de Valentín Alsina, fanático de Independiente, con disposición permanente a juntar amigos alrededor de una mesa, socio del perfil bajo, reconocía el impacto que le provocaba un mundo que se alejaba mucho de sus ideas, sobre las que volvía con lecturas que respetaban la matriz de origen de esos pensamientos.
La UTPBA se solidariza con el dolor de la familia de Osvaldo, de su compañera Silvia, de sus hijos Emiliano y Marcelo y de todos aquellos que sienten que se fue uno de los nuestros.