Por Sergio Torres (*).- Ojalá que el domingo sea el día. Que tantos años de espera y frustraciones sean grito y canción. Que haya hambre y voluntad. Que vayan al frente con el corazón en la mano y la pelota cortita y al pie.
Ojalá que haya frescura y ambición, y cabeza abierta para cambiar, cuantas veces sea necesario con tal de llegar al objetivo final.
Ojalá que el equipo sea protagonista y vaya al frente, porque así el sueño estará más cerca de hacerse realidad.
Ojalá que los que nunca lo vivieron sepan cómo es elevar la copa al cielo, y que aquellos que saben vuelvan a estremecerse como cuando eran pibes.
Y por sobre todas las cosas, que a Lio Messi no le quede ninguna cuenta por ajustar y se haga justicia, una justicia tan grande como ganar un Mundial. Ojalá.
(*) Periodista