Con el visto bueno del presidente Jair Bolsonaro, Brasil instala en la frontera con Venezuela un “centro de acopio de ayuda humanitaria” o, a decir verdad, otro eslabón de la cadena con que se intenta cercar al pueblo venezolano y a su gobierno.
El reciente triunfo de Bolsonaro en las elecciones presidenciales de Brasil, fue considerado por varios medios de comunicación, periodistas y analistas políticos como un peligro para la democracia y la paz. El currículo del personaje metió miedo a más de uno, pero ahora que se suma a “la lucha por la democracia” en Venezuela los “humanistas” que comanda Trump le dan la bienvenida.