El negocio de siempre se torna cada vez más burdo y brutal. Los medios sintonizan, con alteraciones, el clima social copado por claras señales de bronca, rechazo, repudio, indignación, calentura ante una política económica dispuesta a profundizar, día a día, todos los registros negativos en materia salarial, puestos de trabajo, tarifas, inflación, cierre de empresas.
A su vez, identificados con la matriz de esa política económica, los dueños de esos medios se paran como víctimas de ella y se niegan a discutir seriamente, por ejemplo, salarios, reinterpretando o negando las clausulas que ellos firmaron para recuperar la diferencia entre lo acordado para el período 2018/19 y la inflación que se disparó en ese tramo, que llegó –y sobre pasó- el 50%.
Las distintas cámaras del sector de prensa insisten con propuestas que no se hacen cargo de esa diferencia, ni la acercan a la realidad, en un grave aporte a la crisis social y económica que, entre millones de trabajadores, padecen los trabajadores de prensa; puestos a luchar, además, por la preservación sus puestos de trabajo, contra una precarización laboral galopante y resistiendo medidas estructurales de patronales dispuestas a negar aumento de salarios, cambiar radicalmente condiciones de trabajo, suspender personal y despedir.
La UTPBA no estuvo ni está para convalidar victimizaciones empresarias. La UTPBA está para pelear por salarios dignos y en defensa de los puestos de trabajo, los convenios y estatutos.