Desde un optimismo irreparable se repite: cada crisis es una oportunidad. Como si todos pudieran enfrentarla en condiciones similares de acceso a esa oportunidad. Las crisis económicas son una ocasión para los que la atraviesan formando parte del poder que es capaz de crearlas, profundizarlas y salir de ellas sin abandonar el timón de mando, aunque mientan ser parte de los afectados.
En prensa esa falsedad con cara acorde con la circunstancia que sostienen los representantes empresarios es la que rodea la discusión respecto de la diferencia entre lo acordado para el período 2018-19 y la inflación, un mecanismo que estaba contemplado por la clausula de revisión y que motivó que la propia Secretaría de Trabajo, a pedido de la UTPBA, convocara a las partes.
La UTPBA rechazó varias propuestas impresentables de parte de las cámaras y aportó las suyas, en el convencimiento que semejante escala inflacionaria, con aumentos descomunales de servicios y tarifas que viven todos los trabajadores de prensa no soportan como burda respuesta que “la crisis la sufrimos todos”.