El Ayuntamiento o Consejo Municipal de Barcelona, uno de los cuatro poderes de la ciudad, acordó declarar “problema de salud pública los efectos del abuso de las redes sociales y las plataformas digitales en el bienestar y la salud mental en niños, niñas y adolescentes”.
La propuesta de ley, apoyada por distintas instituciones médicas, sociales y de la niñez, promueve “ofrecer orientación y formación digital a menores y familias, crear una guía de buenas prácticas, e instar al resto de administraciones a impulsar las medidas oportunas en materia de salud pública y mental estableciendo controles públicos sobre los algoritmos”.