P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
R- Fueron tiempos muy duros. El stress que nos ocasionó y ocasiona es muy grande. En lo personal, soy papá separado hace 8 años y no pude ver por tres meses a mis hijos y eso me afectó muchísimo en lo emocional. No poder abrazarlos, tocarlos, darles un beso. Soy muy familiero y trato de ser un papá muy presente. Eso me afectó muchísimo. Así también como no poder socializar. No poder juntarme con mis amigos y hermanos. Fue duro estar encerrado en la casa.
También uno hace una reflexión en el contexto que estamos, y que estaba pasando. Viendo por los medios lo que pasaba en el mundo, cuánta gente se moría y que no había una receta para enfrentar esto, nunca la humanidad lo atravesó.
El miedo a morir o a que le pase algo a nuestros familiares: Me tocó vivir la muerte de vecinos y amigos. Tengo una enfermedad preexistente, un enfisema pulmonar. El miedo era latente, soy una persona de riesgo. ¿Qué me iba a pasar? Me sentía condenado. Tuve la suerte, entre comillas, de tener covid, lo pasé complicado, pero salí adelante sin ir a un hospital. Algunas cosas me quedaron: pasaron tres meses y todavía no recuperé al ciento por ciento el olfato. Algunas secuelas me quedaron, fueron y son tiempos complicados.
En el plano laboral, aparte de ser fotoperiodista independiente, tenía otros trabajos que se fueron cayendo, haciéndose todo más complicado. Muchos problemas y tuve que priorizar la mantención de los chicos y que no falte comida en la casa. Las cuentas que esperen, así y vivimos muchos argentinos. Hoy se van acomodando un poco las cosas.
P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?
R- El complejo que tenemos fue protagonista de innumerables situaciones. No entiendo por qué esa impunidad contra los trabajadores. Ahí, con distintos ataques, estuvo en peligro la vida de compañeras y compañeros, ahí se atentó provocando incendios, con robos, con la destrucción edilicia, nada fue casual, ha existido una clara intención de destrozarlo todo.
Esa gente que está hoy usurpando no dejan de ser trabajadores y tienen muchas necesidades igual que nosotros, esto no se trata de una guerra entre trabajadores. Acá el problema no son ellos, el problema es la gente que los mueve. Hay una intención política de perjudicarnos a nosotros como institución y a los trabajadores, y para eso están utilizando a esa gente.
Tengo entendido que UTPBA se acercó a hablar con la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, y no tuvieron ninguna respuesta, y si no hay respuesta es porque alguna intención hay. Acá no se trata de desalojar a la gente de manera violenta, no queremos que los agarren a palos y salgan de ahí, NO. Esa gente tiene necesidades habitacionales, pero a nosotros no nos corresponde como institución, ni como trabajadores, darle una solución. Esa solución se la tienen que dar las autoridades políticas, no nosotros.
Gracias por hacerme participar.