La lucha en prensa no altera sus prioridades. La defensa de los puestos de trabajo y la pelea por el salario se dan en un escenario cada vez más complicado, donde la política económica del gobierno envía señales unidireccionales a favor de los empresarios y coloca a la estructura estatal en una sintonía cada vez más activa y manifiestamente protectora de los intereses patronales. Radio Rivadavia, Canal 26 y 360 TV son signos inequívocos de esta actualidad que atraviesan los trabajadores de prensa.
Rivadavia
La emisora que Luis Cetrá dice haber cedido en un porcentaje mayoritario, por tres años, a un grupo rosarino, no registró hasta aquí la aparición de los nuevos co-administradores, mientras se niega a elevar un plan de pago de la deuda que tiene con todo el personal (que llega a los seis meses). Por eso se reanudaron los paros parciales y se profundizó la preocupación por las fuentes de trabajo ante la falta de respuestas de parte tanto de los viejos conocidos como de los nuevos por conocer.
Canal 26
En la empresa de Alberto Pierri, los trabajadores encuadrados en prensa siguen estando en el centro del ataque de una política brutal, que apela a los despidos, la persecución y las amenazas, con una impunidad alarmante, de la que nadie se hace cargo. La comisión interna y la UTPBA ampliaron su denuncia ante el Ministerio de Trabajo a raíz de nuevos despidos, precedidos por el siniestro procedimiento de reforzar la seguridad (sumando hasta 10 personas) y orientar para que el compañero vaya a la oficina de “recursos humanos” donde Carlos Silva, un lacayo de Pierri, pone en juego el viejo recurso de la apretada para que el afectado desestime todo tipo de participación en una acción colectiva.
Un panorama grave al que se le agrega la tercerización, la precariedad profesional y laboral, el incumplimiento del Convenio Colectivo, el retraso histórico del salario, en una sumatoria de irregularidades y de atropellos largamente denunciadas ante el Ministerio de Trabajo, que hasta aquí no dio una respuesta a la altura de la pelea que los trabajadores de Canal 26, su comisión interna y la UTPBA vienen dando desde hace demasiado tiempo.
360 TV
A pesar de tratarse de una historia más corta, los trabajadores del canal, su comisión interna y la UTPBA viven conflictos no menos graves. El pago en cuotas del salario, situación que se arrastra desde febrero de 2016, y la cada vez mayor incertidumbre sobre el futuro del canal (carente de proyecto, con un plantel de trabajadores reducido a su mínima expresión, sin estructura propia, que paga el costo de la impericia empresaria en su comercialización y programación) son dos cuestiones centrales de una crisis cuya notoria extensión convirtió la cotidianeidad laboral en un estado de alerta permanente.
Sólo el esfuerzo y el compromiso de los trabajadores del canal permitió que, aún en las condiciones más precarias, la emisora conservara algunas cuestiones básicas de su programación, en un gesto que es devuelto por la empresa con incumplimientos en la forma de pago, con un irresponsable silencio o con palabras que la realidad desmiente de inmediato. Sólo la firmeza, coherencia e inteligencia para luchar en un marco gremial y político complejo, demostrada por los trabajadores que optaron por seguir preservando sus puestos de labor, reclamando el pago de salarios y sin dejar de aportar propuestas en materia profesional, permite hablar en presente sobre 360TV.