¿Qué pasó estos últimos años con la poesía en BsAs? En primer lugar, el crecimiento del Slam, el cual pareciera haber venido de Chicago directo a Bs. As. El Slam se caracteriza por ser una competencia de recitado. Es decir, se recita con un acting el poema y luego un jurado evalúa, no sólo el poema, sino también la performance. La pregunta que invito a hacernos respecto del Slam es ¿cuando leemos los textos en casa solxs, sin la performance, siguen siendo atractivos? lxs slamerxs pueden adjudicarnos con justa razón que ese no es su objetivo, sino que escriben para leer en voz alta y pensando en un público presente.
Ahora, además de la relevancia que tomó el Slam este último tiempo, ocurre que la poesía se vuelve cada vez más mainstream. ¿Y cuál es el problema de ello? En algún sentido para volverse mainstream tuvo que lavarse, y establecer un canon. Eso hace que ciertos estilos hegemonicen (como el trap en la música) y se instalen modas en la escritura. Pero las cosas no son buenas o malas en sí mismas por ser contraculturales, siempre depende contra qué cultura se esté combatiendo. Lo que nos debemos preguntar es ¿a quién le sirve en este contexto socio-político que la poesía se vuelva cool?
Quizás, es en estos procesos donde el Estado burgués y las empresas wokeism (**) se apropian de manifestaciones contraculturales cuando más atentxs debemos estar de no comer gato por liebre.
(**) Es un movimiento que nace de la consigna “Stay woke” (mantenerse despierto) en EEUU como consigna en las luchas identitarias, como por ejemplo, black lives matters o las de movimientos lgbtq+. Se caracteriza por instalar una moral progresista y no considerar las diferencias de clase al margen de las identitarias.