P- ¿Cuáles son las dificultades que estás atravesando en el plano personal, profesional o laboral en el marco de la pandemia?
R- La pandemia nos afectó en términos sociales y
económicos, colectivos e individuales, de todas las formas imaginables y otras
que hasta ahora no habíamos ni pensado. Creo que vivir estos últimos dos años
en estado de alerta permanente frente al peligro de perder la vida en primera
instancia, pero luego, además, frente al peligro de perder las fuentes laborales
o de ingreso -que de algún modo es como perder la vida- fue inmensamente
desolador.
Lo más trágico, a mi criterio, es que en los dos años en los que
la humanidad lleva luchando denodadamente por la supervivencia, en tiempo
récord, como nunca antes en la historia del capitalismo se profundizó la
distancia que separa al 1% más rico del mundo (ese 1% que se va de vacaciones
en viaje espacial a la luna, literal) con el 99% restante, que la mira por TV
(literal también).
P- ¿Qué opinión te merece la falta de respuesta ante nuestro reclamo con respecto al predio de UTPBA en Moreno?
R- El asedio durante años al camping Recreativo de la UTPBA en Moreno -lugar emblemático y querido por nuestro gremio-, y finalmente la usurpación del predio configura un acto de impunidad política y jurídica sin precedentes porque, fundamentalmente, se trata de un bien común, el camping es propiedad de todxs lxs trabajadxres de prensa.
Es lamentable comprobar que no existe la voluntad política de resolver el problema habitacional de las familias que allí malviven y mucho menos de devolvernos lo que nos robaron.