Por Walter Caimí (*), desde Montevideo.- Uruguay declaró el Coronavirus el viernes 13 de marzo de 2020. A la fecha llevamos 24 muertes, y desde hace más de diez días que no crece este número. Se incluye en esa cifra el fallecimiento del tripulante filipino del cruce de lujo Greg Mortimer que nuestro país asistió en Corredor Humanitario.
Fronteras cerradas en cielo y terrestre. La principal preocupación está situada con la frontera terrestre con Brasil en todo el Norte del territorio nacional. El nuevo Poder Ejecutivo que asumió el 1° de marzo del corriente año, a los doce días de instalado tuvo que modificar absolutamente toda la economía del país y priorizar la salud.
Si bien la COVID 19 le vino como anillo al dedo al flamante gobierno, hay que admitir que las medidas tomadas en materia sanitaria cuentan con todo el respaldo político.
Tras tres largos meses de adoptadas las medidas
sanitarias, el Uruguay, está regresando a la normalidad entre comillas. El
lunes primero de junio los niños regresaron a clase, para luego el día 15 en
una segunda etapa sumar más alumnos y culminará dicha acción escolar el día 29
de mes.
También se fueron habilitando los deportes al aire libre con protocolos que los
científicos compatriotas elaboraron para cada especificidad. De igual modo,
acontece con bares y restaurantes con un cupo de capacidad y manteniendo dos
metros de distancia entre mesa y mesa. En tanto, el gobierno evalúa el tema
turístico vía aérea con países que hayan superado la pandemia. Sí está claro, que con Argentina y Brasil,
esto no ocurrirá hasta el año próximo, me atrevo a decir.
No existen comunicadores ni periodistas contagiados. Sí los noticieros privados han extendido en el horario central de noticias y la población cansada de ello, está pidiendo sólo una hora de extensión como es tradicional. Hablar de los perjuicios económicos en esta pandemia, cada país, tiene sus particularidades sabiendo que esto afecta a todo el globo terráqueo sin excepciones.
La otra etapa es la que afecta a los estudiantes
universitarios, muchas disciplinas trabajan vía Zoom, y en estos días se plega
a esta dinámica los estudiantes del segundo ciclo. En cuanto a los
espectáculos públicos, teatro, cine,
etcétera, por estos días habrá noticias ya que los artistas independientes de
las tablas están pidiendo a gritos regresar a escena. El factor económico
golpea a muchos sectores en especial a los más débiles.
En líneas generales, los que menos respetan la
distancia y los protocolos establecidos son los jóvenes, esta es una realidad
que está latente día a día.
Respecto a los trabajadores de la salud pública y privada, todos ellos, se han comportado de manera intachable con la población. Uruguay no cobra el examen para saber si se es portador del virus. En este campo, las autoridades del Ministerio de Salud Pública ofrecieron a la población fronteriza de Brasil que reside en Santa Ana Do Livramento, hacerse cargo del hisopado desde el punto de vista económico.
En ese lugar de frontera terrestre donde se mezclan uruguayos y brasileños, la confraternidad data de larguísimo tiempo y es un mismo centro poblado. Allí está ubicado el foco principal de inquietud de las autoridades y población en general para no dejar “entrar” el virus a territorio nacional, desplegando guardia policial y militar a lo largo de la frontera.
El Instituto Pasteur es un referente en Uruguay respecto a las medidas de protocolo y proceso de hisopados en general, cabe hacer mención al denodado esfuerzo de científicos muy jóvenes que trabajan allí en permanente contacto con el Poder Ejecutivo.
Respecto a la población en términos generales, respetó y respeta, las medidas sanitarias puestas de manifiesto oportunamente, en dicho contexto, los trabajadores con 65 años de edad o más, no están obligados a concurrir a sus lugares de trabajo por disposición del Poder Ejecutivo, esto en cuanto a los empleados públicos; en el sector privado son acuerdos tripartitos entre empresarios-trabajadores- y lauda el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Por último, el sector hotelero, paulatinamente reabren puertas en algunos departamentos con afluencia turística interna. Ello va de la mano, con las medidas que adopte el sector en materia de viajes que monitorea día a día la evolución de la pandemia.
(*) Periodista. Miembro de la CIAP-FELAP