Mario es -entre otras cosas- militancia, coherencia ideológica, compromiso por las ideas y dignidad. También es una herida que no cierra. El jueves 11 de noviembre de 1993 lo secuestraron y el lunes 15 fue encontrado sin vida en las aguas del Riachuelo. Después de 26 años las preguntas duelen tanto como antes: ¿Quiénes?
¿Por qué? Aún hoy, su mujer, Felicia Urbano y su hijo Federico, con quienes somos compañeros de vida y de militancia, seguimos reclamando justicia.
Mario, en el momento de su desaparición tenía 37 años y trabajaba -militaba en el Área de Comunicación de la UTPBA. Antes lo había hecho en los diarios Popular, Sur y La Razón.
A 26 años de su secuestro y asesinato, la UTPBA reivindica su vida, militancia y compromiso con los trabajadores y sus derechos.
COMPAÑERO MARIO BONINO, PRESENTE!!!